Juntando gatitos
Cuando tienes a tu gato muchas horas solo en casa, y al llegar sólo quiere que le prestes atención con sus constantes demandas, quizás te plantees que es buena idea el adoptar a un segundo gatito. Sería su compañero para que no se sintiera tan solo, dormiría con él, jugaría con él.
Habrá gente que pensará que así no tiene que jugar tanto con el gato o no tiene que prestarle tanta atención, pero ojo, lo que en un principio puede ser una buena idea, puede convertirse en un problema si no tienes en cuenta todos los detalles que te voy a comentar.
Con esto no quiero desanimar al que quiera adoptar a un segundo, tercer o cuarto gatito, sólo es una llamada de atención para realizar adopciones responsables, y que el impulso de tener una bolita de pelo encantadora no termine en un disgusto o un problema.
Puntos a tener en cuenta
1. La economía es el primer punto, ya que mucha gente piensa que en donde come un gato comen dos.., si y no.. Hay que tener en cuenta que será doble gasto de veterinario, doble gasto de comida, de desparasitaciones, etc.
2. También hay que tener en cuenta el arenero, ya que cada gato debe disponer de su propio arenero, así que no es sólo el comprarlo, sino en donde poner los otros, y si, no me he equivocado, no digo el otro arenero, sino los otros…, porque son un arenero por gato mas otro extra. Si tenemos dos gatitos son tres areneros.. Si usan camita también deberán tener cada uno la suya, beberos y comederos por duplicados y ojo, también habrá que dejarlos separados para comer ya que los gatos suelen ser muy territoriales. El rascador también dos. Lo mismo con el transportín, ya que si se le da un buen uso algunos lo pueden gastar incluso de camita o de escondite y no está de más que cada uno tenga el suyo..
3. ¿Y tiempo? ¿Tienes tiempo de jugar con los dos gatos? Y aquí tu dirás, pues si ya tengo otro gato para que jueguen juntos…, bueno, en teoría.. Pero como nos pasa a las personas, que no todos nos caemos bien, pues con los gatos puede ocurrir lo mismo, que al final no haya buena afinidad entre ellos y tengas que jugar y entretenerte con los dos más tiempo de lo que tenías previsto.
¿Ahora ya lo tienes todo claro?
Tienes sitio y tu economía te permite adoptar un segundo gatito sin problema. ¿Cual eliges? Se recomienda siempre si tenemos idea de tener dos gatos adoptarlos a los dos de pequeños al mismo tiempo, con esto nos vamos a evitar muchísimos problemas y posiblemente lo compartan todo, cama, comederos, juguetes y demás.. Pero si ya tenemos un gato adulto, que normalmente ya es el “rey” de la casa, te recomiendo que adoptes un gato pequeño del sexo contrario al que tienes ahora.. Si tienes un macho adulto y adoptas una hembra pequeñita, el éxito está casi garantizado.
Ahora viene el último punto
Y el más importante, el que marcará el éxito o el fracaso de juntar dos gatitos. Al nuevo miembro de la familia habrá que ubicarlo en una habitación ya con su arenero, transportín, bebedero, comedero, juguetes o lo que le queramos poner, pero en esta habitación no dejaremos entrar al gato que ya vive en casa, esto también ayudará a que el nuevo gato se vaya habituando y relajando poco a poco. Los gatos tienen muy buen olfato y el gato residente ya sabrá que hay otro minino en casa aunque no lo vea.
Dejaremos pasar unos días para que simplemente se vayan oyendo y oliendo a través de la puerta cerrada, e incluso se pueden intercambiar las mantitas para que se vayan reconociendo ambos.. En este punto es recomendable que el gato residente coma junto a la puerta de la habitación en donde está el nuevo gato. Cuando veamos que el gato nuevo está mas tranquilo y está creando vínculo con nosotros llegará el momento de las presentaciones.
El nuevo permanecerá en el transportín con la puerta cerrada como medida de seguridad y dejaremos que entre el gato residente para que lo vea, lo olfatee, de unas cuantas vueltas alrededor del transportín y cuando se haya cansado se irá… Será aquí cuando dejemos libre por primera vez al nuevo gatito. En este punto también cabe la opción si se quiere de poner una especie de valla o verja que permita que los gatos se vean sin juntarse.
Aprovecharemos la hora de comer para juntarlos en la misma habitación. Cada uno tendrá su comedero y bebedero, de manera que se verán, aunque se dejarán las puertas abiertas por si alguno quiere o necesita escapar
Aunque el nuevo gato permanecerá de momento en su habitación, iremos dejándole salir para que inspeccione la casa junto con nosotros, mientras que al gato residente lo dejaremos encerrado un rato en una habitación que le guste con sus cosas (normalmente la nuestra).
Cuando el gato nuevo ya esté tranquilo iremos permitiendo que ambos gatos estén sueltos en casa, pero siempre con nuestra vigilancia.
Como ves es un proceso que requiere mucha paciencia y tranquilidad por nuestra parte, en el que pueden haber peleas y bufidos, pero si se hace correctamente y sin prisas conseguiremos juntarlos.